Comenzaste a reír cuando pase frente a ti y sin querer, con la silla tropecé, tu mirada era esa luz que ilumino dentro de mí éste mi pobre corazón que casi yacía gris…
Él llego y de la mano te tomo, te alejaste y yo seguí…
De lejos te observe sonriendo, sobre todo para él…más de pronto tu mirada en mis ojos reparo y entonces mi pulso acelero…
Qué ironía del destino, repetía una vez y otra vez dentro de mí… no quería estar ahí, pero verte cambio todo mi existir...
Desde entonces te seguí hasta que por fin una cita te pedí… titubeaste al decir sí… pero se respondiste muy feliz…
Nuestro encuentro fue un sueño, no hacían falta palabras pues sabias que te deseaba para mí…entre risas y suspiros… entre besos y gemidos te hice mía y yo fui solo de ti… nos fundimos cuerpo a cuerpo…parecía que naciste para mí…
Qué ironía del destino, repetía una vez y otra vez dentro de mi… eras tan distinta a mí, yo de barrio, tu elegante…yo un pobre inmigrante… tú hermosa y rubia de labios carmesí…no importo que fueras de otro, no importo tiempo ni espacio…sólo quería estar dentro de ti…
Entre risas y suspiros…entre besos y gemidos, te hice mía y yo fui solo de ti… nos fundimos cuerpo a cuerpo, parecía que naciste para mí…
Qué ironía del destino, repetía una vez y otra vez dentro de mí…
VidaMíaSanti©2008
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