Nuestra entrega

Me tomaste entre tus brazos y comenzaste a besar mi boca desesperadamente, la espera había sido larga, estábamos ansiosos de sentir nuestra piel desnuda y ardiente.

Delicadamente desabotonaste mi blusa y mi falda en el piso quedo en un instante, te abrazaba acariciando tu espalda, de vez en cuando tu cabello.
Me acariciabas cada vez con más astucia, cada vez con más atrevimiento,
Acariciaste mis senos descubiertos y un gemido escapo de mis labios entreabiertos,
Me recostaste en el sofá y encima de mí cadenciosamente movías tu cuerpo ardiente, cada vez más excitada, dejaba escapar ligeros gritos de placer  y te pedía me hicieras tuya, tus manos, no dejaban piel prohibida, tu lengua recorrió desde mi cuello hasta mi vulva.

De una forma casi pervertida te regodeaste en mi, el jugo de mi pasión quedo entre tus labios, con tus manos acariciabas alocadamente cada parte de mi cuerpo.
Yo me retorcía de placer chupando extasiada cada parte de tu piel, la locura y el placer nos envolvieron, nuestros cuerpos casi salvajemente se fundieron, al sentir como nuestra piel se unía, mas y mas nos humedecía…
Fuimos tan solo dos amantes desquiciados y embriagados de placer, fuimos también un par de locos enamorados que no querían el amanecer… ¡No! No fue solo sexo… fue tatuarnos la piel, con la huella del amor y la marca del placer…Esa noche entre tus brazos, Conocí el sexo puro, y el placer del orgasmo con el solo roce de la piel.

VidaMía Santi©2007Copyright y Derechos Reservados.